VS
Tapiales Locas 4 - 1 Pontevedra
De la mano de un Matias Viscovig intratable y una buena actuación
colectiva Tapiales volvió al sendero del triunfo, el cual no había transitado en todo el 2009.
De abajo para arriba: Con esa idea, mal expresada, las locas llegaron al partido del sabado. Golpeados por una dura derrota en la fecha anterior, con muchas e importantes
bajas por lesiones y sanciones, el equipo se plantó con esa idea. "
De abajo para arriba... primero pegamos, después pensamos" dijo sabiamente Nardo. El equipo entonces decidió que sería mas sano armarse "
de atrás para adelante" y se paró en la cancha con dos lineas de cuatro bien fijadas atrás y el dúo pimpinela delante, contra todos los rivales.
"Para regar, la regadera... el agua, después veremos" decía el inmortal Inodoro Pereyra y esa fue la premisa rosa en el comienzo del partido: Primero, mantener el orden y no descuidarse. Y cuando quedara tiempo, tratar de lastimar. En un desarrollo parejo y trabado, en una cancha que incluía en el medio una improvisación de canchita de beach volley (imposible hacer pie) las locas a su tiempo trataban de hacer su negocio, con pequeñas sociedades y mucho orden. A los 10 minutos y en 3 pases, llegó el primer gol de las locas, como era de esperar, a través de Matias. Controló en el borde del area, miró al arquero y definió arriba junto a un palo. El equipo siguió firme, con las dos lineas de jugadores atrás de la pelota, bien plantados y con mucha solidaridad en la marca. El rival, ante el planteo rosa, nunca pudo encontrar la forma de entrar claramente, llegando con pelota dominada hasta 3/4 de cancha, para luego perderla en pases infructuosos al vacío. Por arriba o por abajo, la defensa rosa se mostraba segura y Javier no pasaba mayores sobresaltos. Con el dominio sin peligro de Pontevedra se fue el primer tiempo.
Para la segunda mitad, el principal objetivo de Tapiales era mantener el resultado los 10 primeros minutos, entrar concentrados y de esa forma, pasarle la presión del reloj a los rivales. No solo entró metido el equipo rosa sino que en un centro tras una infracción a Fede en media cancha, a traves de un cabezazo de Matias estiraron la ventaja. 2 a 0. Ahi los rosas vieron el fruto de su correcto y solidario trabajo defensivo. El rival, perdiendo 2 a 0, habiendo hecho el mayor gasto fisico en todo el primer tiempo, y sin encontrar una forma de entrar, se terminó de desesperar y desordenar. Y manteniendo el orden y con los espacios, Tapiales Locas empezo a manejar definitivamente el partido. El rival seguia chocando contra la barrera de 8 jugadores y sin generar
peligro (solamente una jugada a través de un corner) y Tapiales empezó a justificar el resultado. En esa situación, a los 30 del segundo tiempo llegó el tercero, el hattrick de Matias Viscovig, que tuvo el premio a pelearlas todas. Le gano a 3 defensores y toco suave ante la salida del arquero. Pontevedra siguió yendo y faltando 2 minutos, en la unica distracción de los rosas, llegó al descuento. Quedó para el final, casi sobre el pitazo del arbitro, el 4to gol de las locas anotado por Pablo para ponerle la frutilla a una actuacion solida, que si bien no lució, fue muy inteligente y solidaria por parte de los rosas. Un triunfo que si bien no invita a soñar con grandes logros, muestra que el equipo puede aprovechar y maximizar sus recursos y ocultar sus falencias con inteligencia, experiencia y compañerismo.
Con poco, los rosas hicieron mucho. Simple. Y eso que la simpleza es de lo mas dificil de conseguir en el futbol.
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