Todo eso fue lo que NO hicieron los rosas de cara a la segunda mitad de la temporada.
En la primera imagen podemos observar como el gran ex-jugador Gastón "Huevo" Aramburu le enseña a Mauricio Sesto "como picársela al 9 cuando viene jugado y vos llegas un segundo antes". Mauricio mira pero por dentro se pregunta "Y no es mejor esperarlo y darle un planchazo?". El crack Aramburu se ofendería y se iría a servir un vasito de Stella.
A continuación vemos al talentoso enganche de las locas tratando de hacer más de 3 jueguitos, desafío que le planteó Peri al decirle "dale, ahora que no tenés la excusa de que la cancha es una mierda, hacé 3 jueguitos seguidos". Pablo no pudo y echó la culpa al maldito pantalón de Jean ajustado.
El capitán cumplió con su promesa: Habiá dicho que "Si Tapiales Locas se salva del descenso, me tiro en bolas a una pileta en pleno invierno y despues cual sapito humano me tiro por el quincho resbaloso hasta quedar incrustado debajo de un Suzuki Fun". Y el capitán cumplió. El problema fue el nene del vecino, de tan sólo 5 años al que le arruinó la vida la visión del ex-capitán rosa al desnudo.
Ahora sí trabajando pasadas de 4 metros en velocidad y después de 13 minutos de un desgastante "25" los muchachos se disponen a elongar la musculatura para continuar con la preparación. En medio del entrenamiento vemos como los chicos ingresan desesperados a sacarse fotos con sus ídolos.
Y bueno, tanto trabajo les dio a los jugadores de las locas un buen motivo para celebrar, mediante la ingesta de jugos naturales y comidas de bajo contenido graso. El mayor problema de la velada fue cuando el rudo zaguero Magnelli se enteró que al otro día tenía que preparar el asado.
Habiendo aceptado la invitación de la organización a disputar la copa de campeones que se realiza en la sede de Tortuguitas, los rosas salieron a probar fuerzas y refuerzos en este nuevo torneo.
El primer partido mostró una de las artimañas del capitán del momento (ex capitán a la fecha) Mauricio Sesto. Nos vendió el buzón de que jugábamos contra el campeón de la zona Interior, un equipo indestructible, arrasador y muy complicado. Empezamos a sospechar cuando los rivales bajaron de una camioneta de ALPI portando en su mayoría sillas de ruedas, muletas y acompañantes terapéuticos.
Los Jugadores del equipo rival tenían, aparte de las credenciales y el aspecto, tremenda cara de boludos, garcas, lelos, inútiles, giles y bocones, como vemos en la imagen de la derecha
Sin embargo el capitán estaba decidido a continuar con su estrategia de hándicap y a los 10 minutos por una agresión sin pelota, vio la tarjeta roja, dejando al equipo con un jugador menos. Los rivales, inferiores en calidad y técnica, veían la posibilidad de plasmar una diferencia en el plano físico por sobre los rosas. Sin embargo, el equipo de Tapiales reaccionó de la mejor manera y a pesar de arrancar en desventaja por un gol en contra de Chiva… perdón, necesitamos hacer una aclaración en este punto:
Chiva querido. Sé que pasó mucho tiempo desde aquel poco afortunado partido en Tortuguitas, pero quiero que sepas que tu golazo de cabeza en contra del arco custodiado por Javier va a quedar en nuestra memoria por siempre. Y se lo vamos a contar a nuestros hijos y ellos se lo contarán a sus nietos, como el día que “Chiva cabeceó de la forma más rara que se vio en la historia del futbol soccer” (como dirían los campeones).
"Se le escapó el caracol hemipléjico" Declaró El Diego de la gente, notoriamente preocupado.
Ahora si, continuamos.
El equipo se repuso con muy buen juego y terminó logrando una cómoda victoria, a pesar que el resultado de 3-2 podría indicar un partido más complicado. Y no sólo nos queremos centrar en la narratoria de este partido por el hecho del triunfo, el gol de Chiva, la expulsión de Mauri o la aparición del Toto como volante por izquierda, sino que queremos destacar un descubrimiento que sería crucial para el futuro del equipo rosa: La invención del Carly central.
Las rondas se sucedieron y el equipo quedó eliminado frente al sí muy poderoso Barcelona, campeón invicto de la zona norte, en un partido recordado como “el mayor peludo que nos comimos desde que sabemos gatear”.
Pasó la copa de campeones, no teníamos tantos refuerzos como hubiéramos deseado (se vislumbraba solamente la incorporación de Toto como volante por izquierda) pero encarábamos sin saberlo la próxima temporada de una manera distinta, con cada jugador más o menos en su lugar y habiendo encontrado un funcionamiento que si bien no servía para ilusionarse, iba a complicar a más de uno.
Se venía una segunda mitad del 2009 increible…
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